sábado, 12 de septiembre de 2009

De autos y virilidad

Hoy me sentí poco viril. Iba en mi Wolkswagen escarabajo, modelo 81, color cremita, muy lindo, de colección, y al llegar a una esquina, freno para dejar pasar a unos chicos, de 16 o 17 años, que venían bromeando, usando la burla como forma de control y dominación, cargándose, buscando la riza cómplice para establecer relaciones de poder, quizás no para dominar, pero si para evitar caer en la sumisión. Cuando les sedo el paso, oigo que uno de ellos dice “dale boludo, te va a pisar a un Escarabajo, jua jua” y entonces me di cuenta que mi auto no es muy masculino. Siempre creí que el tamaño de un auto era inversamente proporcional a la longitud del pene de su conductor, pero, así y todo, hubiese querido tener una chevy, o alguna de esas basuras ruidosas y acelerar fuerte, para que vean que hombre que soy, y con que potencia hago rugir mi auto. Pero mi pene no es pequeño, mi auto no es grande, y en realidad no hay un problema dimensional. Lo que sucede es que mi auto es kawaii y siempre va a suscitar una sonrisa o una piña, jamás deseo, siempre ternura.


4 comentarios:

Augustine dijo...

wow, nunca pensé que iba a leer un post sobre la longitud de tu pene.

me gusta la segunda foto!
besosss

Tamara dijo...

Es que ese auto no inspira maldad sino ternura.
Y bande, que recurso horrible hablar de tu auto para llamar a la reflexión sobre la analogía la tengo grande pero mi auto es pequeño.

JAJAJAJA

PD: tengo que hablar con vos acerca de ciertos errores ortográficos.

Claude dijo...

Por ahí tengo un pene pequeño y condusco un auto chico para que la gente crea que tengo un pene grande.

Anónimo dijo...